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14 de marzo de 2010

Tom Stoppard y Safo


En la obra Rock'n'Roll, recientemente representada Madrid, Tom Stoppard nos habla de muchas cosas. El hilo conductor es Praga, pero también Europa, las ideas, Syd Barrett, el relevo generacional, la cultura de masas, el poder... Igualmente se detiene en Safo, a propósito de mostrarrnos ciertas vidas dedicadas al estudio de los clásicos y de las llamadas lenguas muertas. Resulta estimulante ver cómo uno de los personajes principales, filósofo comunista y profesor en Cambridge, asiste irónico y divertido a alguna de las clases que tutoriza su mujer, quien ayuda a sus alumnas a diseccionar con precisión y rigor los versos sáficos.

Max, que así se llama nuestro hombre, no se da cuenta de que, con el paso del tiempo, él y otros tantos como él serán también objeto de análisis e investigación. Cuando, hacia el final de la obra, se pregunta qué ha sido de los obreros orgullosos de serlo y de aquellas ediciones de poesía que se agotaban nada más ponerse en venta, empieza a darse cuenta de que el mundo en el que ha creído (como una Arcadia intelectual) y por el que, con sus medios y desde su posición, ha trabajado (conferencias, artículos y también espionaje) ya no es más que una célula en un microscopio, mero objeto de museo o laboratorio,o estado de cosas al que han contribuido todos.

Al final, como en la canción de Aute, nos queda la música (y yo diría que los clásicos).

13 de marzo de 2010

A las cinco en punto de la tarde

El poema dedicado por García Lorca a Ignacio Sánchez Mejías va subrayando con una cadencia especial el encabezamiento de esta entrada. Siguiendo el título del blog, puede decirse que pone el acento en esa hora, lo que por otro lado resulta natural, tratándose de la cogida y muerte de un torero. Yo empiezo hoy a escribir a las cinco de la tarde y, por seguir con el tópico, hablaré de lo que, muy a mi pesar, conocemos como "fiesta nacional", porque últimamente vuelven a llenarse cientos de páginas escritas y virtuales con argumentos pro y contra. No me propongo convencer a nadie, pero sí me gustaría formular algunos deseos, por aquello de implorar a los dioses y recibir sus favores:
  1. Que el país donde nací y vivo no fuera asociado con el espectáculo taurino.
  2. Que no se sacrificaran toros en las plazas, para solaz de algunos y negocio de otros.
  3. Que el riesgo de los toreros y la tortura y muerte de los toros no constituyera una forma de ocio y diversión.
  4. Que se deje de tratar la tauromaquia como "arte" o "hecho cultural", que dejen de entregarse premios de Bellas Artes a toreros, rejoneadores y demás.
  5. Que no se proteja algo tan sólo por ser "tradición". De sobra es sabido que mantenemos y abandonamos tradiciones según el devenir de los tiempos y nuestra propia evolución social.
  6. Que dejen de presentar lo taurino como imprescindible para la supervivencia de una especie animal. A estas alturas, con la información que hay, resulta falaz y manipulador.
  7. Que algunos políticos no fueran tan tibios y, puesto que dicen estar comprometidos con la  modernidad, hacer algo acorde con el siglo en que vivimos: dejar de matar animales sin necesidad.
  8. Que otros políticos no sean tan autoritarios y dejen de proteger legalmente, sin haberlo consultado con los ciudadanos ni ningún órgano o cámara de representación de éstos, tamaña carnicería.
  9. Que no se venda lo que no es más que un espectáculo morboso, amparándose en artistas plásticos que lo pintaron. En el caso de Goya y por poner sólo un ejemplo, también reflejó en su pintura fusilamientos y  hombres medio enterrados, peleando a muerte, y no por eso animamos a que la gente lo haga.
Saludos